El ocho de febrero profesionales del derecho tuvieron un encuentro en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo para hacer un ejercicio intelectural y demostrar las estupideces del proyecto introducido por
la Suprema Corte de Justicia mediante el cual se propone regular los
oficios de la abogacía.
Jottin Cury (hijo), Vidal Potentini, John Garrido, Cándido Simó, entre otros, prestaron tiempo a la comedia en un acto que tuvo lugar este jueves en el Paraninfo del edificio Nueva Universidad.
Los fundamentos de dicha pieza están en las causas de la cuestionada formación de los juristas y su masificación, una proporción de esta responsabilidad corresponde al Presidente de la Suprema que influyó en su formación cuando docente.
Los juristas analizaron los tropiezos constitucionales y fueron en números y sustancias tan elevados que terminé formulando las hipótesis:
1) Les estaban tomando el pelo.
2) Provocar la revisión de las causas.
La función y oficio diarios desempeñados por los jueces de la Suprema Corte de Justicia consiste en revisar las argumentaciones de las decisiones de jueces de menos rango en ocasión de peticiones de abogados.’
¿Cómo podían tantos jueces versados en argumentaciones constitucionales introducir un proyecto que no resiste las observaciones de aquellos juristas que demostraron la estupidez del proyecto? Candido Simó fue el jurista que hizo saltar risas del público.
Pues, la inquietud de entender que la experiencia de aquellos jueces sabían del cebo podía acercarme a la segunda hipótesis.
Las luces de los juristas sirvió como ejercicio argumentativo y solo se detuvieron a examinar las consecuencias, pero no la causa, ninguno de ellos argumentó acerca de los materiales y estructuras de las academias que los forman.
El cebo no está dirigido a promover una ley que bajo las luces de los juristas que la revisaron es inconstitucional de la A a la Z, sino a revisar las causas de la mala formación de los juristas y su masificación.
Una premisa que citó el jurista Jottin Cury es que la calidad de la formación de los juristas es responsabilidad del sistema, atribuir la responsabilidad a este inorgánico concepto es camino fácil.
Cuando escucho frases como la de aquel jurista nombro la obra de Ernest Hemingway, “Por quien doblan las campanas”, y ya tengo la respuesta, el sistema no toca la campana, ¿quién la toca?
Yo creo en la responsabilidad de hombres concretos, y no en sistema, el sistema es un concepto inorgánico, que solo ellos con sus acciones lo pueden depurar.
Jottin Cury (hijo), Vidal Potentini, John Garrido, Cándido Simó, entre otros, prestaron tiempo a la comedia en un acto que tuvo lugar este jueves en el Paraninfo del edificio Nueva Universidad.
Los fundamentos de dicha pieza están en las causas de la cuestionada formación de los juristas y su masificación, una proporción de esta responsabilidad corresponde al Presidente de la Suprema que influyó en su formación cuando docente.
Los juristas analizaron los tropiezos constitucionales y fueron en números y sustancias tan elevados que terminé formulando las hipótesis:
1) Les estaban tomando el pelo.
2) Provocar la revisión de las causas.
La función y oficio diarios desempeñados por los jueces de la Suprema Corte de Justicia consiste en revisar las argumentaciones de las decisiones de jueces de menos rango en ocasión de peticiones de abogados.’
¿Cómo podían tantos jueces versados en argumentaciones constitucionales introducir un proyecto que no resiste las observaciones de aquellos juristas que demostraron la estupidez del proyecto? Candido Simó fue el jurista que hizo saltar risas del público.
Pues, la inquietud de entender que la experiencia de aquellos jueces sabían del cebo podía acercarme a la segunda hipótesis.
Las luces de los juristas sirvió como ejercicio argumentativo y solo se detuvieron a examinar las consecuencias, pero no la causa, ninguno de ellos argumentó acerca de los materiales y estructuras de las academias que los forman.
El cebo no está dirigido a promover una ley que bajo las luces de los juristas que la revisaron es inconstitucional de la A a la Z, sino a revisar las causas de la mala formación de los juristas y su masificación.
Una premisa que citó el jurista Jottin Cury es que la calidad de la formación de los juristas es responsabilidad del sistema, atribuir la responsabilidad a este inorgánico concepto es camino fácil.
Cuando escucho frases como la de aquel jurista nombro la obra de Ernest Hemingway, “Por quien doblan las campanas”, y ya tengo la respuesta, el sistema no toca la campana, ¿quién la toca?
Yo creo en la responsabilidad de hombres concretos, y no en sistema, el sistema es un concepto inorgánico, que solo ellos con sus acciones lo pueden depurar.
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